¿QUÉ ES CPA?

LA HISTORIA

Mi primer contacto con la reeducación postural fue a raíz de sufrir una lesión en una rodilla. El dolor era demasiado como para aparcar mi orgullo y buscar ayuda. En mi primera sesión recuerdo que lloré y lloré, de impotencia, de desánimo; descubrí que todavía tenía mucho que aprender. Mi tenacidad me ayudó: me di cuenta de que un cuerpo con una colocación corporal correcta no se lesiona, aprendí que trabajando el cuerpo de forma inteligente y comprendiendo las bases teóricas y experienciales sobre el cuerpo y sus razones mi musculatura se equilibraba dando paso a un cuerpo armónico, sereno, bello.
Podía bailar sin sufrir, pero entonces descubrí que me hacía feliz compartir lo aprendido y es cuando decidí formarme como Profesional en Reeducación Corporal. Años después vería la luz Colocación Postural Activa, un centro dedicado a la prevención de dolencias derivadas de una colocación postural inadequada, o dicho de otra forma, donde me dedico a tocar cuerpos que permiten ser tocados; donde me dedico a alinear cuerpos que me dan permiso para que los alinee y donde me dedico a armonizar cadenas musculares que permiten ser armonizadas y a liberar la respiración de aquél que así lo permite. En definitiva, donde me dedico a acompañar a aquellas personas que a pesar de sus muchas resistencias físicas, mentales y emocionales toman la decisión de querer habitar sus cuerpos, o lo que es lo mismo, de vivir sus cuerpos en plenitud. Y todo ello desde el respeto y el tiempo que merecen y requieren todos y cada uno de los bloqueos que han ido construyendo a lo largo de su historia de vida.
De aquello ya han pasado treinta años  y te puedo asegurar que todavía hoy me sigo emocionando cuando una persona me dice que hace dos días fue a la playa y pudo por fin tumbarse en la arena sin que le doliera la espalda, o cuando otra persona me escribe un mensaje diciéndome: "Gracias, en la sesión de hoy he sentido por primera vez toda la rabia que llevo contenida en la mandíbula y por fin puedo llorar”.